La cerveza artesanal es muy cara

Aquellos que hayáis entrado a hacer un comentario incendiario y hayáis despotricado sobre esta afirmación que titula mi artículo «La Cerveza Artesanal es muy Cara», lo siento, vuestro gozo en un pozo…

Seguro que vosotros también tenéis colegas, o habéis escuchado la extendida tesis de que la cerveza artesanal es exageradamente cara. Yo en innumerables ocasiones. ¿Quién de vosotros lectores de este post habéis tenido que argumentar en contra de esta aseveración? Indicadlo en comentarios por favor…

Esto que muchos toman como axioma para seguir convencidos de que la cerveza que de verdad manda en España es la que producen las grandes marcas (lo cual es cierto en volumen de litros y euros) es un caballo de batalla que tienen los cerveceros independientes a la hora de poder captar nuevos consumidores. Es una guerra de guerrillas contra un rival con un ejército bien organizado y armado, capaz de defender sus posiciones de la forma más sólida posible con su músculo financiero, su posicionamiento en el mercado como marca y el estado actual de la cultura cervecera en el país.

Las comparaciones, el error número uno.

El consumidor tiende irremediablemente a comparar. Es así, lo hacemos todos. Y se compara de forma instintiva con aquello que se conoce. Lo que conocemos en este país como cerveza es la Lager, ese refresco producido en masa por las grandes compañías, que es indudablemente el estándar para la mayoría, por lo que hay que comprender que se compare y que sea la primera piedra de toque para valorar un precio. Por suerte la tendencia está cambiando, y es meramente una cuestión de desconocimiento, que no de gusto, el que el gran público considere que es «una locura» pagar ciertos precios por una cerveza. Esto es algo que sin duda irá cambiado.

latas cerveza

La herencia cultural.

Somos un país de vino, esto es así. La cultura cervecera es la de un país en esencia mediterráneo en el que la cerveza es un mero «quitased» y donde no hay una tradición histórica de elaboración como sí ocurre en los lugares que todos reconocemos como focos de tradición cervecera, Reino Unido, Alemania, Bélgica o República Checa… por nombrar los referentes europeos de los últimos siglos.

En España, dónde sí tenemos una cultura vinícola, y una industria potente en el sector, incluso aquellos que no son consumidores habituales y no entienden a cerca de la calidad del producto, son capaces de identificar un vino de gama baja, de uno de gama media o alta, y han naturalizado que pueda haber un vino que se presente en un tetrabrik por un precio mínimo, siendo éste un producto al que no podemos exigirle calidad, y desde ahí en adelante un abanico de posibles elecciones y precios casi indefinido. Pues bien, con la cerveza esto no pasa. Y no solo eso, si no que como dice mi buen amigo Jesús, el estándar del producto más consumido es el equivalente al brick de Don Simón en forma de cervezas industriales, estableciéndose el precio de salida en ese producto de gama baja, y provocando que todo aquello que esté por encima en precio pueda tener la percepción de caro para un volumen inmenso de consumidores, de hecho, casi la mayoría.

El aprendizaje del consumidor.

Si me remito al punto anterior sobre las comparaciones y sabemos que en el caso de los vinos el consumidor sabe comparar productos y hacer un balance de calidad/precio intuimos que estoy exponiendo claramente que no es así con el mundo de las cervezas y se demuestra con todo aquel que las acusa de onerosas por sistema. Si juntamos estos dos puntos, saber comparar y la cultura de producto, siempre se me viene un ejemplo a la cabeza que apostilla en mi opinión todo esto que estoy intentando exponer. Pensemos en queso. Sabemos discernir entre un queso «industrial» y uno artesanal. De hecho tenemos diferentes canales de venta para uno y otro, aunque ya se vayan difuminando las diferencias, y las grandes superficies adoptan productos más artesanales o de gran producción pero elaborados de forma más natural o artesanal (con la cerveza está pasando también) Un consumidor sabe que no es igual un queso de 8€ el kilo fabricado en una planta de hercúleas dimensiones, a uno de un pequeño productor que cuesta 30 o 40 euros el kilo y ha pasado por expertas manos, que dan vida y alma al producto… pues con la cerveza igual, pero no se ha asumido aún. Tremenda divergencia la que existe en cuanto al proceso productivo y sus costes, la naturaleza de las materias primas, los inconvenientes logísticos… un sin fin de diferencias que afectan a los dos factores más importantes en cuanto a la decisión de compra, el precio y la calidad. Diferencias que en un queso sabemos cuantificar con poco margen de error. Pero con la cerveza… joder que cara es la cerveza artesana esa que hacen ahora porque esta de moda.

Problemas con el ratio calidad/precio

Asumiendo que el sector es aún demasiado joven en España (otros países como EEUU o Canadá han pasado por esto no hace mucho y todo se andará) sí hay un problema grave, fruto de esta inexperiencia que afecta de forma directa a la adquisición de nuevos consumidores recurrentes que necesita la cerveza artesanal. Hay mucho producto en las estanterías que no tiene una calidad suficiente para costar el precio que cuesta, y es complicado diferenciar, por no decir imposible si no estás familiarizado con las marcas o tienes un mínimo de curiosidad para informarte antes de comprar. Quitando a aquellos que sois consumidores habituales, enganchados a esto de las cervezas de verdad, el nuevo… que viene curioso a probar que es esto de las cervezas a más de 3 pavos esas que dicen que son flipantes y que dejan a una caña de bar en poco más que una meadilla de mono… se compra algo mal asesorado, o de una estantería de un hiper, o de una tienda que no ha hecho una buena selección de producto… y su primera craft resulta ser un truño del copón (insulsa en el mejor de los casos, con alguna contaminación evidente, especiada a manos llenas, desequilibrada hasta lo desagradable…) y esto, no solo es un tiro en el pie para quién ha elaborado esa maravilla y el establecimiento que la vende, si no que afecta al sector porque conozco muchos casos en los que no quieren dar una segunda oportunidad, y toca que alguno de los que sí sabemos un poquito, hagamos de prescriptores y, al menos, podamos dejar constancia de que hay craft de muy alta calidad a mano de todo aquel que quiera probar algo nuevo. De esto hay mucho, pero insisto en que es un sector que requiere de tiempo y experiencia.

Así pues el criterio como cliente debe ser valorar si a veces una caña de Cruzcampo (por poner una marca de ejemplo, sin acritud) a 1,50€ es infinitamente más cara que una cerveza artesanal… y sabiendo valorar con los suficientes datos en la mano que cada uno se beba lo que quiera, lo que le apetezca y le guste o lo que pueda pagar. Que yo cuando voy de cañas una tarde de Agosto no me voy pidiendo Mikkeller ni Omnipollos por los bares (Bueno, quiero decir que habitualmente no lo haría en el caso de que las tuvieran)

Quizá he sido muy generalista en este alegato en contra del «mito» de que la cerveza artesanal es cara, hay muchos más argumentos para poder poner en valor este gran producto… podéis dar los vuestros en los comentarios. Pero también hay que ser conscientes de que para conseguir esa transición del consumidor de lager industrial a una cerveza de calidad superior tenemos que empezar a dejar bien claros estos conceptos tan generales, porque a veces los convencidos tratamos de convencer (y valga la redundancia) a través de la cata de soberanos cervezones con nuestros amigos, que se quedan sorprendidos a la par que descolocados ante un salto tan enorme con respecto a su «estándar» y evidentemente, no siempre es la vía más efectiva. Y es un artículo con el que seguro comulgará la gran mayoría de los aficionados convencidos, pero que ojalá llegue a los profanos, aquellos que etiquetan de caro algo sin criterio, o simplemente por falta de información. No pretendo convertirles en apóstoles del craftbeerianismo, únicamente que puedan valorar que el precio esconde una serie de valores diferenciales con la cerveza industrial y que justifican, en general, la diferencia de precio.

Os animo enérgicamente a opinar, a replicar o a criticar este texto. Con el debate se aprende y dado que este es un blog de opinión, la mía para ser exactos, habrá sin duda otras opiniones que estoy deseando conocer.

Salud y buena Birra!

6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. la28beer dice:

    Reblogueó esto en y comentado:
    Pues efectivamente… la cerveza industrial es mucho más cara que la artesanal. Ejemplo: Hace muy poco disfruté como un enano de un vaso de medio litro de Peninsula Summer Ale en Craft Against the Machine por 5 euros, lo cual equivale a 10 euros/litro. Poco más allá, caña de industrial, aprox 25 cl., por 1,50… 6 euros/litro.
    Si aplicamos un criterio de calidad, completamente subjetivo, pero seguro que valido para muchos de nosotros, el valor de la industrial es, al menos, 5 veces menor que el de la artesana… eso convierte su precio subjetivo en 30 euros por litro…
    Es decir, que si se pudiera cuantificar el placer y la satisfacción como la suma de porciones finitas de placer y satisfacción… para obtener lo que me da la artesana necesito gastar el triple en industrial. Con lo cual queda demostrado que la industrial es mucho más cara que la artesanal.

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    1. santigonfe dice:

      Fantástico planteamiento.
      Mi objetivo en este artículo era desterrar (o como mínimo que la gente se cuestione) que el precio entre una artesana y una industrial se puede comparar, siendo dos productos distintos y que como bien dices tienen un comportamiento de consumo y un componente emocional muy muy distante. Muchas gracias por tu aporte. Salud y buena Birra!

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  2. la28beer dice:

    Totalmente de acuerdo: la industrial sale muchísimo más cara que la artesana, y la gente no se da cuenta de ello…
    Ejemplo:
    Copa de artesana barril, 1/2 litro, €5,00 —–> 10,00 €/L
    Caña industrial barril, 20 cL., €1,50 —–> 6,00 €/L

    Valor subjetivo de artesana/industrial: 5/1

    Coste subjetivo artesana —–> 10,00 €/L
    Coste subjetivo industrial —–> 30,00 €/L

    Básicamente, podemos asumir que una artesanal nos proporciona 5 veces más placer y satisfacción que una industrial. Si suponemos que el placer y satisfacción que nos entrega una cerveza se compone de paquetes finitos de placer y satisfacción, para obtener el proporcionado por una artesanal deberíamos gastar 3 veces más en industrial.

    Esto es un mero supuesto cervecero-matemático, totalmente irreal… Evidentemente, si te tomas litro y medio en cañas, lo único que conseguirás es llenarte el estómago de gases, ir a mear un par de veces, y agarrarte un buen pedo con su consiguiente resaca… pero placer, lo que se dice placer, poco. El placer y el bienestar te lo dará el medio litro de artesana.

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  3. El tema creo que no es sólo precio, hay que buscar buena relación estabilidad/calidad/precio, y en eso, por mucho que no me guste admitirlo, las industriales ganan por goleada. Si compras una Mahou sabes lo que vas a tomar, si compras «muchas otras craft», no. Es una pena pero es así, y lo dice uno que apenas compra ya industrial, y que hace birra en su casa… 🙂
    Hay todavía muchas cervezas reguleras (y malas) que tienen los mismos precios que las buenas, y al final el consumidor se cansa. A no ser que te guste mucho el tema y hagas el esfuerzo por conocer las buenas marcas, te puedes llevar todavía muchos chascos. Yo personalmente filtro mucho, y repito de varias cerveceras…

    Un saludo!

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  4. pintadaily dice:

    Es tal cual…ya lo dijo Serrat: que no hay que confundir valor y precio.

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